¡El Futuro Es Hoy!

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¿Alguien podría decir a ciencia cierta lo que quiere hacer con su vida?, si hay algo de lo que estoy segura, es que no somos, sino que estamos siendo. Vivimos en una evolución constante de ideas, opiniones y deseos que nos hacen, todos los días, una versión diferente de nosotros mismos. O por lo menos, eso es lo que yo he experimentado.

Este documento surge de una lista de fortalezas solicitada por Fernando, mi “coach profesional”; lo leyeron bien, mi “coach profesional”.
Después de muchos años de haber sido considerada como, “la coach” de mis amigos, mi familia y de mi misma, hoy me encuentro en la posición en donde necesito de alguien que me diga, o por lo menos me ayude a entender, hacía dónde putas voy.

Durante mis 38 años de vida la migración ha sido una constante. Desde mi niñez, aun cuando no entendía el significado de dicha palabra, ha sido parte fundamental de mi ser. Parece que esa situación hubiera permeado mi vida adulta, ya que durante años he decidido, sin motivo alguno, cambiar de hogar; justo en el momento en el que podría decirse que todo estaba “seteado”.

Los primeros cambios, como es de imaginarse, fueron decididos por mis padres. Sin embargo, cuando llegué a mi joven adultez, comencé a tomar decisiones que siempre me llevaban a un nuevo proceso de adaptación; en dónde no solo tenía que aprender, sino en un mayor porcentaje desaprender.
Hasta los 16 años, cada lugar en el que había vivido me había llenado la cabeza de prejuicios, los que durante mi proceso de crecimiento personal se volvieron hacia mí. Cuestionar, siempre ha sido mi palabra mágica, y poner en tela de juicio cada uno de los preconceptos que me acompañaban en aquel momento, me mostró mundos, perspectivas, realidades diferentes a la mía, en las que me vi mejor retratada; con las que me sentí más cómoda y en las que encontré una mayor coherencia social.

Para hacer la historia corta,

Durante los últimos 15 años trabajé para lograr lo que todos llaman una vida organizada. Un trabajo estable que disfrutaba, un salario nada despreciable, un sólido y diverso grupo de amigos, flexibilidad de tiempo y dinero. Tuve largas y serias relaciones con personas de las que aprendí enormemente y a quienes siempre llevaré en mi corazón. Y ni hablar de mi periodo de soltería, que créanme disfruté plenamente. En términos generales, no había razón alguna para cambiar o reconfigurar la vida por la que ya había trabajado tanto, hasta cantaba en una banda de covers. Pero heme aquí, en otro continente; escribiendo un texto sobre lo que hice, lo que hago y lo que quiero hacer.

Tengo muchos proyectos y motivaciones, algunos de ellos se pierden en los días de procrastinación, otros simplemente avanzan lentamente según el ánimo y enfoque de cada semana. Siempre he sentido que una de mis fortalezas es hacer que las personas se sientan bien; es algo que hago de manera activa, pero sutilmente. A veces con mi sentido del humor, otras dando consejos, contando historias y muchas otras simplemente escuchando.

Mi superpoder es la palabra oral, soy una cuenta historias y la persuasión es uno de mis grandes talentos. Disfruto tanto de compartir una copa o una cena con amigos, así como horas de soledad, que procuro regalarme cada semana para disfrutar de mi compañía. Vivo mis días según la banda sonora que escojo cada mañana.

Algo que llama mi atención, es que no me siento perdida, por el contrario me siento optimista, creativa y al mismo tiempo llena de cuestionamientos sobre el mundo, la sociedad y el papel que juego o el que puedo jugar en todo esto. Quiero dejar de sufrir por los documentales que veo, dejar de sentir frustración por las injusticias o la falta de empatía de ciertas personas; quiero impactar positiva y activamente en el mundo, en pequeñas o grandes dosis. Extraño o no, estoy disfrutando de todo este proceso y siento que en cualquier momento la vida me mostrará de una manera mágica y sin previo aviso lo que debo hacer.

Aquí la lista que dio origen al texto:

Repartí flyers en centros comerciales, fui asistente de producción eventos especiales, locutora programa de radio para naciones unidas, presentadora de programas culturales, hice transmisiones en directo para televisión, realicé y presenté programas culturales y musicales, soy cantante de ducha y escenario, he sido modelo publicitaria, diseñado y lanzado una multiplataforma mediática, dirigí campañas publicitarias, fui asistente, directora y realizadora de videoclips musicales, programadora musical para app, podcaster, trabajé como vendedora en una tienda de ropa, he sido voluntaria para una organización pro-bicicletas y otra por la equidad de género

¿Y de todo eso, qué es lo que más disfruto?

Hablar, trabajar por la equidad y el medio ambiente, cantar, escuchar y programar música, escribir, realizar contenidos en general.

¿Cómo saber quién seré en el futuro?

En mi caso, todas y cada una de esas experiencias han fortalecido, y al mismo tiempo suavizado ciertos aspectos de mi personalidad. La felicidad y la tristeza que están en mi interior, se han manifestado según el momento por el que esté atravesando. Por lo anterior, ha sido fundamental los años de fortalecer mi relación conmigo, y entender que sin importar lo que haga, el solo hecho de estar viva y en conexión conmigo hará que las cosas vayan cada vez mejor. Es así como he salido airosa de cada cambio, ya sea porque la vida me puso ahí o porque yo lo decidí.

¿Cómo saber quién seré en el futuro?, es una pregunta retorica, casi irrelevante. Siempre existirán interrogantes; ¿quién seré?, ¿qué haré con mi vida?, ¿a dónde llegaré con mis decisiones?, lo cierto es que todo depende de lo que haga hoy.

“La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”.

John Lennon

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