Al estar embarazada no estás enferma o incapacitada, pero muchas de tus dinámicas podrían cambiar y cada día puede ser una sorpresa, positiva o negativa.
Barrigas perfectas, mujeres sonrientes, bebés sanos y felices. Eso es básicamente lo que vemos desde afuera; pero solo al estar embarazada puedes tener una idea real de todo lo que esto implica. Y cuando digo una idea real, es porque ningún embarazo es igual. Aunque existe una serie de generalidades relacionadas con el primer, segundo y tercer trimestre cada mujer vive, sufre y disfruta de la experiencia de estar embarazada de manera única e irrepetible.
¿Es todo color de rosa?
Nada más lejos de la realidad. Aunque muchas mujeres han contado con la fortuna de tener embarazos ideales, las estadísticas muestran que existe un alto número de complicaciones y pocas veces se habla de esas tan normales o de aquellas más delicadas e incluso de las perdidas. Es cierto que al estar embarazada no estás enferma o incapacitada; no obstante muchas de tus dinámicas podrían cambiar y cada día podrá venir acompañado de una sorpresa, positiva o negativa.
Algunas estadísticas que impactan: únicamente 3 de cada 10 embarazos llegan a término. La mitad de los embriones se detiene antes de que la mujer tenga el primer atraso menstrual y casi un 20% más se interrumpe durante el primer trimestre.
IntraMed, Buenos Aires, Argentina.
Muchas mujeres que han pasado por la tristeza de una perdida únicamente lo comunican a personas fuera de su familia, cuando estos le comparte que han pasado por una situación similar. Por eso la importancia de hacer público este tema, de levantar el velo y hablarlo abiertamente. Perder un bebé es una situación que se hace cada vez más común, pero pocos hablan de ello, dejando a las mujeres que atraviesan por esta experiencia en un estado de soledad y desamparo, creyendo que son parte de una minoría de desafortunadas que tienen que atravesar por este traumático proceso.
No quiero decir que pasar por un embarazado complicado terminará en la perdida de tu bebé, estos contratiempos son simplemente algo que debemos tener presente justamente para no alarmarnos, pero si tomar acciones. Las complicaciones al principio, durante o al final de embarazo son una latente con la que debemos convivir y estar preparadas física y mentalmente para afrontar, tratando de garantizar así que nuestro embarazo llegue a buen término.
Estar embarazada es una montaña rusa de temores, ansiedad, excitación y felicidad; cada emoción puedes vivirla en minutos o meses. Es muy difícil saber cómo reaccionará tu cuerpo o cómo tu mente y entorno impactarán en todo el proceso. Por lo tanto, es fundamental que hablemos entre nosotras sin tapujos o tabúes, que compartamos nuestros miedos y los obstáculos que afrontamos. No sintamos vergüenza al decir lo que deseamos, tememos o lo que nos molesta.
No se trata de magia…
En internet, redes y podcast parece que todo está a nuestro alcance para prepararnos en la cruzada. Siempre vemos puntos que se repiten, pero en muchos casos no encontramos nada relacionado con lo que nos aqueja en nuestra situación particular. Por eso es prioritario que nuestras experiencias hagan parte del discurso público, de las reuniones entre amigas e incluso de la agenda informativa de los medios tradicionales. Esto debe ser un proceso pedagógico de todos, en donde dejemos de idealizar el embarazo como una etapa mágica en la que todo es bello y color de rosa y comencemos a hablar de este como un proceso; lleno de logros y obstáculos que comienza con la esperanza de un final feliz, pero que a veces, suele ser incierto.